„Fui al Libano. He visto los cementarios de Sabra y Shatila. Es acongojante ver las tumbas donde fueron sepultadas las victimas de esta horrible masacre. El responsable de esta horrible masacre continúa aún en el gobierno de Israel y está orgulloso de haber organizado esta masacre. Esta persona debería ser expulsada de la sociedad.” Estas valientes palabras fueron dicho por Sandro Pertini en la mensaje presidencial a los italianos, el 31 de deciembre 1983.
El libro „Quisiera ser un pajarcito“ es parte del proyecto „Niños palestinas refugiados en el Líbano cuentan su vida y expresan sus esperanzas.“ 30 niños refugiados de entre 9 y 14 años de edad. El proyecto inicial al cual AI-Jana dio vida en 1998, una actividad fotográfico-periodística para 30 jóvenes des los campas para refugiados de Shatila y Barj-al-Baraineh, fué en seguida continuado con actividades pedagógicas y artísticas y terminado con la impresión del original del libro presente. Este proyecto se pone el objecto de estimular a los jóvenes a reflexionar sobre su existencia y experimentar sus sentimientos y esperanzas a través de fotos, diseños y composiciones escritas.
Los niños de los refugiados palestinos en El Líbano documentan su vida y dan voz a us esperanzas se encuentran ya en la cuarta generación que vive en el exilie. Las experiencias negativas que los niños de los campos han experimentado son: la insuficiencia de la asistencia médica privada y de la asistencia pública, educatión inadecuada, marginación escolar, trabajo de menores, falta de oportunidades de trabajo y de emigración. Las esperanzas de los niños, sus momentor de felicidad son: Meriendas en lugares abiertos, buenas comidas, serenidad, educación, amistad, amor. Aquí lo que los hace tristes: Bombarderos, horror y preocupaciones. Las memorias de los ancianos sobre su vida en Palestina y el exilio forzado.
La existencia de los jóvenes se relaciona con su pasado y con la historia de su pueblo: “La vida debe continuar para el bien de Palestina”; “Quisiera ser un pajarito para poder volar sobre mi país.” Para los niños del Occidente los siguientes derechos son evidientes: “Es mi derecho tener derechos“; “Mi derecho a disponar de una buena comida y de una habitación“; „También los niños pobres tienen derecho a jugar y de tener plazas de juegos limpios“; “El derecho a la libertad de expresión“; “El derecho de tener una patria“; y por último „El derecho a poder liberar a mi país y de regresar a mi casa“.
Momentos de esperanza han surgido en mayo 2000, cuando El Líbano meridional fue liberado y los niños estuvieron en condiciones de ver Palestina y encontrarse en la frontera con otros niñios palestinas. Las historias de estos niños demuestran que también la cuarta generación de los palestinos exiliados mantiene sólidos vínculos con su propio pasado.
El proyecto “Un puente para ...” est una asociación de volutarios fundado en 1991 en Rom (con el nombre de “Un puente para Bagdad) justo después de los bombardeos sobre Irak. Con los años “Un puente para ...” ha aumentado su propia actividad a través del Medico Oriente con proyectos para refugiados palestinos en el Líbano, el Kurdistán turco y enlos Balcanes con el envío de medicinas a los Hospitales de la Federación Yugoslavia lo mismo que ayuda a los refugiados del Kosovo..
A pesar de las tristes circunstancias y la miseria en los campamentos de refugiados, el número de fotografías impresionantes, dibujos y textos enseña que la última palabra todavía no se ha hablado acerca de estos campos de refugiados. La esperanza muere al último y no se puede destruir con bombas tampoco. El derecho a una patria es un derecho humano que puede ser realizada a través de un retorno a Palestina.
El trilingüismo de los textos hace ese libro tan especial. Con la ayuda del libro los niños alemánes, españoles e italianos pueden ocuparse de las preocupaciones de sus colegas palestinos. Un libro infantil muy apasionante y cautivador.
Publicado en Zamban Publisher, Frankfurt 2006, 15 Euro.
El libro „Quisiera ser un pajarcito“ es parte del proyecto „Niños palestinas refugiados en el Líbano cuentan su vida y expresan sus esperanzas.“ 30 niños refugiados de entre 9 y 14 años de edad. El proyecto inicial al cual AI-Jana dio vida en 1998, una actividad fotográfico-periodística para 30 jóvenes des los campas para refugiados de Shatila y Barj-al-Baraineh, fué en seguida continuado con actividades pedagógicas y artísticas y terminado con la impresión del original del libro presente. Este proyecto se pone el objecto de estimular a los jóvenes a reflexionar sobre su existencia y experimentar sus sentimientos y esperanzas a través de fotos, diseños y composiciones escritas.
Los niños de los refugiados palestinos en El Líbano documentan su vida y dan voz a us esperanzas se encuentran ya en la cuarta generación que vive en el exilie. Las experiencias negativas que los niños de los campos han experimentado son: la insuficiencia de la asistencia médica privada y de la asistencia pública, educatión inadecuada, marginación escolar, trabajo de menores, falta de oportunidades de trabajo y de emigración. Las esperanzas de los niños, sus momentor de felicidad son: Meriendas en lugares abiertos, buenas comidas, serenidad, educación, amistad, amor. Aquí lo que los hace tristes: Bombarderos, horror y preocupaciones. Las memorias de los ancianos sobre su vida en Palestina y el exilio forzado.
La existencia de los jóvenes se relaciona con su pasado y con la historia de su pueblo: “La vida debe continuar para el bien de Palestina”; “Quisiera ser un pajarito para poder volar sobre mi país.” Para los niños del Occidente los siguientes derechos son evidientes: “Es mi derecho tener derechos“; “Mi derecho a disponar de una buena comida y de una habitación“; „También los niños pobres tienen derecho a jugar y de tener plazas de juegos limpios“; “El derecho a la libertad de expresión“; “El derecho de tener una patria“; y por último „El derecho a poder liberar a mi país y de regresar a mi casa“.
Momentos de esperanza han surgido en mayo 2000, cuando El Líbano meridional fue liberado y los niños estuvieron en condiciones de ver Palestina y encontrarse en la frontera con otros niñios palestinas. Las historias de estos niños demuestran que también la cuarta generación de los palestinos exiliados mantiene sólidos vínculos con su propio pasado.
El proyecto “Un puente para ...” est una asociación de volutarios fundado en 1991 en Rom (con el nombre de “Un puente para Bagdad) justo después de los bombardeos sobre Irak. Con los años “Un puente para ...” ha aumentado su propia actividad a través del Medico Oriente con proyectos para refugiados palestinos en el Líbano, el Kurdistán turco y enlos Balcanes con el envío de medicinas a los Hospitales de la Federación Yugoslavia lo mismo que ayuda a los refugiados del Kosovo..
A pesar de las tristes circunstancias y la miseria en los campamentos de refugiados, el número de fotografías impresionantes, dibujos y textos enseña que la última palabra todavía no se ha hablado acerca de estos campos de refugiados. La esperanza muere al último y no se puede destruir con bombas tampoco. El derecho a una patria es un derecho humano que puede ser realizada a través de un retorno a Palestina.
El trilingüismo de los textos hace ese libro tan especial. Con la ayuda del libro los niños alemánes, españoles e italianos pueden ocuparse de las preocupaciones de sus colegas palestinos. Un libro infantil muy apasionante y cautivador.
Publicado en Zamban Publisher, Frankfurt 2006, 15 Euro.